jueves, 6 de abril de 2017

CINCUENTA SOMBRAS DE GREY

Todos hemos escuchado chismes y sinopsis callejeras de la obra más conocida de E.L. James: 50 sombras de Grey. ¿Quién puede evitar sentir curiosidad ante un tema tan jugoso? Pues bien, es cierto que la novela se desarrolla a partir de los gustos sexuales de Christian Grey. Es cierto que hay roles, juguetes y situaciones que pueden resultar excitantes. Es cierto que las palabras "amo" y "sumisa" han retumbado en los oídos de todos, atrayéndonos como una flauta a las ratas de Hamelin. Y a pesar de esto, parece que nadie ha sido capaz de difundir la verdadera trama de la obra. Contar solo parte de la verdad desvirtúa completamente la novela y nos da una idea errónea de ella.


Christian Grey tuvo una infancia muy problemática. El odio hacia su difunta madre adicta al crack, le llevó a buscar mujeres que compartieran con ella similitudes físicas, a las que pudiera castigar, para de alguna forma pagar todo el daño que le había causado. Estoy harta de escuchar críticas hacía lo que se supone que promueve la película: la sumisión, el machismo, la violencia, la sexualidad insana... Casualmente todas ellas proceden de personas que no conocen la historia en profundidad. 

En ningún momento se asume que las prácticas sexuales de Grey sean algo sano, natural o positivo, pero más allá de eso, se habla con bastante profundidad del psicólogo que sigue el caso de Christian. Más que la exaltación del masoquismo, la obra hace una introspección en sus traumas y apoya y normaliza las terapias y los tratamientos psicológicos, haciendo inca pie en que todas las barreras que tenemos en nuestro presente, tienen su causa en el pasado y pueden desaparecer de nuestro futuro con el trabajo personal adecuado. 

La relación romántica con Anastasia Steele también ha sido motivo de infinidad de comentarios despectivos. “¿Qué información nos transmite un amor basado en el sometimiento y la sumisión?” Una vez más, nuestros comentaristas se equivocan. En realidad la línea de la novela sigue una trayectoria muy diferente: el alejamiento cuando Christian se deja llevar por sus "sombras", y el apoyo cuando profundiza en ellas hasta llegar a liberarlas. Su amor radica en la comprensión  y en el afán de superación a un nivel personal, algo que no muchos son capaces de ver en el título de las cincuenta sombras.

Es curioso que ninguna de estas escenas aparezcan en la historia llevada al cine. Puede que no convenga centrarse en el verdadero trasfondo y que sea más beneficioso quedarse con el lado "atractivo" de la obra. Esto es probablemente lo que nos ha llevado a tener esta injusta percepción de la obra de E.L. James. A pesar de esto, no se alejan de la verdad muchos de los comentarios sobre ella, pero las buenas críticas reconocen los aciertos y exprimen los fallos. Por esa razón pretendo limpiar, en la medida de lo posible Cincuenta sombras de Grey y partiendo de una base neutral, que cada cual construya su opinión de una forma libre, al margen de los condicionamientos que inconscientemente tenemos arraigados.


Sara Sánchez Castro 2º B.

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